domingo, 8 de noviembre de 2015

Lee Bay




Nos levantamos pronto para desayunar y poner rumbo a Croyde, otro pueblito surfero que se merece una visita. Queremos llegar allí andando por una ruta que nos han recomendado, hay infinidad de rutas, más largas, más cortas... todas ellas tienen como destino algún lugar precioso y si no... pues ya solo con el paseo merece la pena.

Cogemos las mochilas y unas buenas botas y allá que nos vamos.
Las vistas son indescriptibles, y al fín llegamos... a pesar de haber parado para comer algo el camino fue largo y deseábamos llegar.
  


 

Disfrutamos de sus calles y de sus rincones de lo más peculiares, en todas partes se podían ver tablas de surf, aquí predomina este deporte.

Decidimos coger un bus de vuelta casa y así aprovechar por aquí más tiempo.
Mañana ya nuestro último día, pero intentaremos aprovecharlo al máximo!


Cuarto día

Qué mejor que disfrutar el último día haciendo actividades que de normal no puedes hacer en tu vida diaria en la ciudad? Pues eso hicimos!

Por la mañana visitamos un jardín botánico situado dentro de una de las casas del pueblo, la dueña era una mujer risueña y excepcional, se tomó la molestía de ir explicádonos cada uno de los rincones y plantas de su precioso jardín. Más de 3000 especies de plantas tenía, sin contar con la de pájaros que volaban por allí y acudía en busca de comida.
Este era un lugar mágico sin duda!

Después decidimos comer en la playa, pero no en una cualquiera sino en una que para llegar allí tuvimos que coger un Kayak, que nos dejaron prestado algunos vecinos. Al principio pasamos un poco de miedo, pero al final llegamos sanas y salva.
Maravillosa playa!!! Y toda ella para nosotras solas!!!

  

Cuando nos cansamos, volvimos a casa para descansar un poco. Por la tarde nos ibámos de escalada con un grupo de gente que habíamos conocido.
A si que nos dejamos llevar, y para ser nuestra primera vez no estuvo nada mal.
Pasamos parte de la tarde aquí, y ya vuelta a casa. Pero tuvimos la gran suerte de contemplar una preciosa puesta de sol, el cielo quedaba completamente color rosa anaranjado, y sólo se escuchaba el sonido de las olas y los pájaros.
  
Pero no acababa aquí el día, después de cenar nos bañamos en el mar con traje de neopreno. El agua no estaba tan fría y quisimos aprovecharnos de esta maravilla hasta el último momento.

Quinto día

Nos vamos... cogemos las maletas y rumbo a Ilfracombe. De aquí cogeríamos un bus hasta Éxeter y desde aquí el tren correspondiente hasta el aeropuerto de Bristol.
Nos vamos pero nunca olvidaremos este lugar, además estamos convencidas que volveremos.

Hasta pronto Lee Bay!! :)
 
 


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