lunes, 2 de noviembre de 2015

Edimburgo, ciudad de leyendas y misterios


Después de varios años queriendo visitar Escocia y más concretamente, su capital Edimburgo, al fin lo conseguimos el pasado mes de Agosto.
Desde el primer minuto que pisamos sus sombrías y a la vez maravillosas calles, nuestra admiración por ella fué adquiriendo consistencia hasta que una vez hemos vuelto a España, la echamos en falta cada día y no dejamos de mirar las fotos recordando lo bien que nos lo pasamos y lo mucho que lo disfrutamos. Volveremos !
Espero que al menos, las cuatro líneas que hemos escrito y las fotos que veáis, os ayude a ver un poco de lo mucho que muestra Edimburgo, sus encantos y la magia que tiene. Guiño

  • Primer día

A las 17:00h hora local (recordar que allí es una hora menos) y después de un vuelo tranquilo desde Alicante, salíamos ya por la puerta del Aeropuerto de Edimburgo. Primera impresión: Frío! Una temperatura de unos 16ºC nos recibía en la misma entrada del aeropuerto.

 

Llegamos a nuestro alojamiento, hotel Du Vin, pequeño hotel tipo "boutique", acogedor y muy bien situado: céntrico y a tiro de la mayoría de las atracciones de la ciudad. Las habitaciones eran pequeñas, pero coquetas y limpias.
 

Primer contacto con la ciudad 

Sobre las 19h salimos del hotel.
¡Que cambio de ambiente! Acostumbradas al ajetreo de Valencia, nos sorprendió (como a todos supongo) la circulación por la izquierda de los vehículos... No veas la de mirar a ambos lados antes de cruzar por miedo a meter la pata y encontrarte un vehículo pitando a medio metro! Sonriente

Un pequeño paseo por los alrededores del hotel para situarnos un poco y en seguida a cenar ¡Que diferencia de horarios! 
De vuelta al hotel, para recargar las pilas después de un día agotador, mañana empieza la aventura.


  • Segundo día

Una vez en la New Town, fuimos hasta Charlotte Square. Una plaza bonita con las típicas casas con verjas en sus entradas. Una gran plaza vallada preside Charlotte Square con la estatua del Principe Alberto, consorte de la Reina Victoria, montado a caballo y dominando el núcleo de la square.
De allí cruzamos toda la George Street hasta la St. Andrew Square.


Una vez en St. Andrew Square, fuimos dirección a la Royal Mile, no sin antes admirar el Walter Scott Monument que sinceramente, es increíble. 

 

 Una vez ya en la Royal Mile, nos preparamos para iniciar el Free Tour que se organiza cada día del año, llueva, haga sol, caiga nieve a las 11h delante mismo del Starbucks Cafe, en la High Street de la Royal Mile.

Plaza del Ayuntamiento de Edimburgo con la estatua de Alejandro Magno y su caballo Bucéfalo, con un secreto en su figura...(no os diremos que es, sinó que os animamos a que hagáis el free tour para que os lo cuenten) 
Cementerio de Greyfriars con el famoso mausoleo perteneciente a George Mackenzie... Dicen que su fantasma ha paseado durante decenios por ése cementerio.
Éste tour, nos llevó durante 3 horas por las calles próximas a la Royal Mile, viendo monumentos, escuchando historias, riendo, mojándonos (sí, llovió también) y en definitiva, formando parte de una ciudad que nos estaba gustando muchísimo ya desde el primer momento que la pisamos.

  • Tercer día 

Una día soleado nos esperaba. Pudimos visitar dos lugares que nos permitiría ver la naturaleza dentro de Edimburgo, así como unas preciosas vistas de la ciudad desde el Castillo. Empecemos la jornada desde su inicio.

Visita a Dean Village:


Al noroeste de Charlotte Square, encontramos un precioso barrio llamado Dean Village.
Parece el típico pueblo sacado de las montañas y que cuesta creer que se encuentre dentro de la gran ciudad. Un bonito río (Leith), casas con mucho  encanto y una tranquilidad celestial nos dejaron disfrutar de su paisaje así como de su cementerio.





Tal y como dije anteriormente, la visita al Dean Cemetery fue casi obligada. La curiosidad que teníamos al no estar acostumbrados a ver ése tipo de cementerios, así como la naturalidad con la que la gente de allí se mueven a través de ellos para ir a un lugar o a otro, nos hizo verlos como un paisaje bonito y sobretodo fuera del tópico que tenemos aquí de cementerio = lugar lúgubre o tenebroso. Aquí os dejamos una foto del Dean Cemetery y juzgar vosotros mismos:

Visita a Edinburgh Castle:


Después de visitar Dean Village, tomamos rumbo al Castillo de Edimburgo. Subimos a través de los jardines de Princes Street, desde los cuales la vista del castillo es magnífica. Una pequeña muestra de ello es la siguiente foto, hecha desde la Ross Fountain:




Una vez en el castillo, la típica foto en la entrada y a recorrer todos los rincones de la fortaleza, que nos llevaría alrededor de tres horas.







Por suerte, la noche acabó con todos los miembros del tour (no se perdió ninguno en el cementerio) en el Pub The Bank, donde con la entrada del tour, venía una Pinta de regalo... ¡Qué mejor manera de acabar contando historias de miedo que con una buena cerveza en las manos!

  • Cuarto día 

De buena mañana, recién levantados, vimos en la calle una espesa niebla que cubría Edimburgo. Salimos a la calle con la esperanza que cuando llegáramos a Holyrood Palace, la niebla se hubiera ido o al menos, permitiera tener una mejor visibilidad, pero no fué así.
Con niebla y frio, mucho frio, iniciamos el cuarto día.




Holyrood Palace es la residencia oficial de los monarcas ingleses en Escocia. En ella, además de una pequeña visita por las estancias del palacio, podéis ver las habitaciones donde vivió Mary Queen of the Scots (Mary I de Escocia o como seguramente la conoceréis, Maria Estuardo 1542 – 1587).



En su exterior, se puede visitar la Holyrood Abbey, abadía del siglo XII, que se encuentra literalmente pegada al palacio de holyrood.

Su nombre (Holyrood) significa Cruz sagrada, y su origen lo encontramos en una leyenda que relata que el Rey David I, tuvo problemas cazando en los bosques y fué salvado por un ciervo que a través de sus cuernos, proyectó la luz del sol en forma de cruz en el suelo, salvándolo de los problemas que tenía. Desde entonces, el Rey prometió construir una iglesia en el lugar de la aparición.



Una vez salimos de Holyrood Palace, nos dirigimos Royal Mile arriba hasta llegar al Pub The Bank, dispuestas a comer algo!

Cuando terminamos de comer, hicimos visitas por varios pubs de la royal mile: Deacon Brodie's tavern, the World's End, The Tass.. todos ellos con una espectacular imágen y como todos, acogedores en su interior.



The World's End y the Tass, situados a ambos lados de la calle, (Royal Mile -high Street - esquina con Jeffrey St). e inicio de la Royal Mile (cannongate) dirección Holyrood Palace, tienen una curiosa historia:
Antiguamente, donde se encuentran los dos pubs, había una muralla con su portón y su guardia, que no dejaban salir o entrar a la gente. De puertas hacia el castillo, que era donde vivían los habitantes de Edimburgo adinerados, las puertas protegían a éstos de la clase baja que vivía en la zona de Cannongate. Se decía que quien cruzaba el portón en dirección cannongate, no se volvía a saber de él (de ahí el nombre del Pub The World's End, refiriéndose más allá de las puertas) En cambio, a quien quisiera entrar en la ciudad, se le cobraba una tasa (de ahí el nombre del Pub The Tass).




Y ya para terminar nuestro paseo por la Royal Mile, hicimos alguna foto que otra por la zona y de vuelta al hotel.

  • Quinto y último día

Última mañana, una espesa niebla nos acompañó por lo que sería nuestro último paseo por las calles de Edimburgo.

Volvimos a callejear la Old Town: Royal Mile, North Bridge o puente de los suicidas, cockburn street, Candlemaker row, George IV Bridge, Grassmarket, Castle terrace... Volvimos a recorrer toda la ciudad una y otra vez absorbiendo ése entrañable olor a historia que desprendían todas y cada una de las calles de ésta hermosa ciudad.
Aquí os pongo una serie de fotos con breve explicación de lo que sería un paseo matutino antes de coger el avión:


Imágen del torreón del Hotel Balmoral, al final de la Princes Street:




Imágen de la catedral de St. Giles:






The Elephant house. Pub donde J.K. Rowling escribió Harry Potter (o parte de él)




Imágen de la entrada del Pub Frankenstein:






Piedra con relieve que se colocaba en las tumbas donde se enterraba la gente que moría por la Peste:




Salvo haber llegado a España con una gran pena por dejar Edimburgo, nos consuela haber podido ver una de las capitales que nada más llegar a ella, nos abrazó con sus enigmáticos misterios y leyendas, belleza y calidez Guiño

Espero que este diario os haya podido ser de ayuda, hayáis podido visualizar un poco lo que puede llegar a ofrecer la ciudad y sobretodo, que os anime a viajar a Escocia y podáis descubrir que en realidad es muchísimo mejor!





 


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